14 de diciembre de 2007

Look like nothing's gonna change

Everything still remains the same

(Parece que nada va a cambiar, todavía, todo sigue igual)

En plenas puertas de Navidad, yo, que soy de las que se aferra a que "cualquier tiempo pasado fue mejor", os dedico esta postalita de nuestro paso por la tacita. Qué quereis que os diga...ya esta todo dicho, nos vemos el jueves y os lo repito: OS ECHO DE MENOS. Feliz Navidad REPERWAS!

17 de noviembre de 2007

La Carta a María de Pérez Reverte

Por aquellos años yo me llamaba María, tenía menos de catorce años y preguntaba cosas para las que no había respuesta. Y no es que fuese yo una incómoda niña adelantada a mi edad, una niña de esas de preguntas incómodas... pero, preguntaba cosas sin respuesta. Casi como ahora sino que ahora me ahorro alzar la voz y me quedo con la inrtriga porque total...nadie va a contestarme.

El caso es que aquel día, aquel hombre calvo que nosdaba plástica de once a doce nos mandó traer de casa una revista para recortar imágenes de colores. Buscando colores estaba yo, entretenida en mi tarea cuando me lo encontré: CARTA A MARÍA decía el artículo, y sonreí porque vi mi nombre y porque quise leer la primera frase a ver si decía algo que tenía que ver conmigo. Y dejé la tijera azul en la mesa y me acerqué más a aquel papel “Tienes catorce años y preguntas cosas para las que no tengo respuesta. Entre otras cosas porque casi nunca hay respuestas para todo”. Así me habló Pérez Reverte a mis años. Así de duro. Y continúo "...yo sólo puedo escribirte que no hay varitas mágicas ni ábrete sésamos...”

Y yo, que entonces vivía en un castillo y tenía una corona para mi sola, yo que siempre había sido princesa...me convertí a la república. Pérez Reverte me escribió el prólogo del libro que todavía no he empezado: la vida. Si tienen tiempo, lean el artículo completo que adjunto abajo, si no lo tienen, búsquenlo porque no tiene desperdicio. Literatura, arte, historia, idiomas, viajes ...todo lo que le queda a cualquier María de catorce años por vivir.

El recorte ha viajado y me ha acompañado en todos mis pisos de estudiante, primero estuvo en un corcho con chinchetas, luego debajo del cristal de mi escritorio, otra vez en una pared y ahora quiero compartirlo. Aunque no puedo elegir ni quedarme con ninguna parte en concreto porque ya es como de la familia, hay algo que es la clave de todo el texto y que resume lo que quiso decirle a aquella María "...de lo que sí estoy seguro es de que no hay mejor vacuna que el conocimiento (...)no soluciona casi nada pero ayuda a comprender, a asumir, sin caer en el embrutecimiento, o en la resignación."


Es sólo eso, si nadie va a contestarnos nunca, que alguien o algo no ayude al menos a comprender...


CARTA A MARÍA

Arturo Pérez-Reverte

Tienes catorce años y preguntas cosas para las que no tengo respuesta. Entre otras razones, porque nunca hay respuestas para todo. Y además, he pasado la vida echando la pota mientras oía a demasiados apóstoles de vía estrecha, visionarios y sinvergüenzas que decían tener la verdad sentada en el hombro. Yo sólo puedo escribirte que no hay varitas mágicas, ni ábrete sésamos. Esos son cuentos chinos. De lo que sí estoy seguro es de que no hay mejor vacuna que el conocimiento. Me refiero a la cultura, en el sentido amplio y generoso del término: no soluciona casi nada, pero ayuda a comprender, a asumir, sin caer en el embrutecimiento, o en la resignación. Con ello quiero sugerirte que leas, que viajes, y que mires. Fíjate bien. Eres el último eslabón de una cadena maravillosa que tiene diez mil años de historia; de una cultura originalmente mediterránea que arranca de la Biblia, Egipto y la Grecia clásica, que luego se hace romana y fertiliza al occidente que hoy llamamos Europa. Una cultura que se mezcla con otras a medida que se extiende, que se impregna de Islam hasta florecer en la latinidad cristiana medieval y el Renacimiento, y luego viaja a América en naves españolas para retornar enriquecida por ese nuevo y vigoroso mestizaje, antes de volverse Ilustración, o fiesta de las ideas, y ochocentismo de revoluciones y esperanzas. 0 sea, que no naciste ayer. Para conocerte, para comprender, lee al menos lo básico. Estudia la Mitología, y también a Homero, y a Virgilio, y las historias del mundo antiguo que sentó las bases políticas e intelectuales de éste. Conoce al menos el alfabeto griego y un vocabulario básico. Estudia latín si puedes, aunque sólo sea un año o dos, para tener la base, la madre, del universo en que te mueves. Da igual que te gusten las ciencias: ten presente -como siempre recuerda Pepe Perona, mi amigo el maestro de Gramática-, que Newton escribió en latín sus Principia Mathematica, y que hasta Descartes toda la ciencia europea se escribió en esa lengua. Debes hablar inglés y francés por lo menos, chapurrear un poco de italiano, y que el estudio del gallego, del euskera, del catalán, que tal vez sean tus hermosas y necesarias lenguas maternas, no te impida nunca dominar a la perfección ese eficaz y bellísimo instrumento al que aquí llamamos castellano y en todo el mundo, América incluida, conocen como español. Para ello, lee como mínimo a Quevedo y a Cervantes, échale un vistazo al teatro y la poesía M siglo de Oro, conoce a Moratín, que era madrileño, a Galdós, que era canario, a Valle-Inclán, que era gallego, a Pío Baroja, que era vasco. Rastrea sus textos y encontrarás etimologías, aportaciones de todas las lenguas españolas además de las clásicas y semíticas. Con algunos de ellos también aprenderás fácilmente Historia, y eso te llevará a Polibio, Herodoto, Suetonio, Tácito, Muntaner, Moncada, Bernal Díaz del Castillo, Gibbon, Menéndez Pida¡, Elliot, Fernández Álvarez, Kamen y a tantos otros. Ponlos a todos en buena compañía con Dante, Shakespeare, Voltaire, Dickens, Stendhal, Dostoievski, Tolstoi, Melville, Mann. No olvides el Nuevo Testamento, y recuerda que en el principio fue la Biblia, y que toda la historia de la Filosofía no es, en cierto modo, sino notas a pie de página a las obras de Platón y Aristóteles. Viaja, y hazlo con esos libros en la intención, en la memoria y en la mochila. Verás qué pocos fanatismos e ignorancias de pueblo y cabra de campanario sobreviven a una visita paciente a El Escorial, a una mañana en el museo del Prado, a un paseo por los barrios viejos de Sevilla, a una cerveza bajo el acueducto de Segovia. Llégate a la Costa de la Muerte y mira morir el sol como lo veían los antiguos celtas del Finis Terrae. Tapea en el casco viejo de San Sebastián mientras consideras la posibilidad de que parte del castellano pudo nacer del intento vasco por hablar latín. Observa desde las ruinas romanas de Tarragona el mar por el que vinieron las legiones y los dioses, intuye en Extremadura por qué sus hombres se fueron a conquistar América, sigue al Cid desde la catedral de Burgos a las murallas de Valencia, a los moriscos y sefardíes en su triste y dilatado exilio. En Granada, Córdoba, Melilla, convéncete de que el moro de la patera nunca será extranjero para ti. Y sitúa todo eso en un marco general, que también es tuyo, visitando el Coliseo de Roma, la catedral de Estrasburgo, Lisboa, el Vaticano, el monte San Michel. Tómate un café en Viena y en París, mira los museos de Londres, descubre una etimología almogávar en el bazar de Estambul o una palabra hispana en un restaurante de Nueva York, lee a Borges en la Recoleta de Buenos Aires, sube a las pirámides de Egipto y a las mejicanas de Teotihuacan. Si haces todo eso -o al menos sueñas con hacerlo-, conocerás la única patria que de verdad vale la pena.

10 de noviembre de 2007

Nunca sé despedirme de ti


Nunca sé despedirme de ti,
siempre me quedo con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte en desesperación.
...
Nunca sé despedirme,
porque soy un ciego que tantea por el túnel de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras que no saben pronunciar.
Extrañado de amor,nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,me voy de mí
camino a la nada.
Luis García Montero


Adiós pero conmigo que decía Neruda, ir y venir para quedarse al mismo tiempo, diría yo. Ese dificil tránsito entre el corazón y la boca, y luego cerrar la puerta o los ojos, no mirar, no volver a mirar, cerrar las ventanas...y no cerrar el corazón.
A esto que dentro de unas líneas os cuento, lo llamaban...retroalimentación, no? Para quien no siga el blog de Marta Rojas os transcribo los hechos :


1º comentario de Marta en mi blog sobre el poema de EL PAÍS Querer Comprender:

Una niña, ilusiones, Barbate, futuro, lágrimas,la playa, la noche, ruperwa, un libro, Mafalda, Triana, viajes, inocencia, cojones, camino, las risas, el garri, un vestido, unas letras, y tinta ... comprender...

(en realidad previo a este había un precioso comentario de ella que mi torpeza con la informatica se encargo de borrar, pero digamos que este es el primero).

Mi primer comentario en su blog:

No me canso de leerte. Tal vez sea porque te veo en cada expresión, en cada coma, en cada exclamación y hace tanto que no te veo, que no me canso de leerte.Te ví el otro día cuando te atropelló el francesito y te escuché "cutxa el niño, yo te dixo a ti algo ni ná iho?"; te ví negando con tus rizos, meneando la cabeza contandome lo de la Facultad,tomando un respiro con la botella de lanjaron (porque olvidaba que eras "una marta pegada a una botella", de agua, madre de Marta, de agua). Y te he visto, brillante, en tu actuación estelar con la china que no era la tuya, digna de una confusión en La Alameda por Halloween... Tu me habrás visto a mi también mientras lo leía con la sonrisa amplia , exclamando "Marta Lapin" (que es lo más parecido que he encontrado a Marta...ya sabes). Se te echa de menos por los pasillos,por la 3.11, por la cafetería, los jueves en casa, por San Eloy, por la calle Betis, por La Alameda... se te echa de menos por estas tierras.

Marta dándome dónde duele:

A mi barbateña: No te quedes inmóvilal borde del camino,no congeles el júbilo, no quieras con desgana,no te salves ahora, ni nunca. No te salves, no te llenes de calma, no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño, no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil, al borde del camino y te salvas, entonces no te quedes conmigo (Benedetti)

Yo le cuento los versos que habeís leído al principio y le comento "Y ahora qué voy a decirte, cómo remato yo esta faena con la que hoy,casi por sorpresa me he topado. Una no espera ver su nombre ni mucho menos regalos , ni mucho menos versos dedicados, por eso...Nunca sé despedirme de ti".

PARA VOSOTROS

Y yo os lo regalo ahora porque son palabras y este blog es digno de palabras y porque sé que nadie se anima nunca, tal vez porque casi nunca hay ánimos, porque quererse no es difícil si han pasado ya cinco años de mañanas de sueño, de trabajitos en grupo y finales de exámenes. Porque cuando llegue junio yo... yo tampoco sabré despedirme de ti.
"No basta el recuerdo cuando aún queda tiempo" Cernuda

2 de noviembre de 2007

A mis veinte desconocidos


A veces pasa. No pasa a menudo pero pasa. A mi me ha pasado: llevo en el corazón a veinte desconocidos.
Tengo que retractarme, si usted me conoce, sabrá, me habrá oído decir alguna vez que la gente suele quererse demasiadas veces de una forma demasiado efímera. Gran Hermano, Operación Triunfo me parecían una muestra,los abrazos y los besos vuelan en ese tipo de relaciones. Yo oía que era por las circuntancias, porque están encerrados y se necesitan pero yo me inclinaba más por otro tipo de necesidad que tiene más que ver con el roce que con el cariño. Pero hoy me retracto,no es verdad.
Yo no vengo de Gran Hermano, tampoco he estado encerrada, pero he estado más de tres semanas en un país desconocido, lejos de mi casa, sola, conmigo misma, con otro idioma, con otras caras, con otros olores, otras carreteras,otra comida, otras sábanas, otra música... Y entre tanto...ellos.
Veinte desconocidos con los que entre abrazo y abrazo he compartido los mejores días de mi vida en muchos años. Es cierto, se trata de las circunstancias. Supongo que en España habrían de pasar muchos años para que crearamos los lazos que hemos creado en tres semanas.Tenerlos cerca era tan necesario como comer, como dormir y por eso me retracto, porque el roce y el cariño,son necesarios, porque se puede querer en un tiempo record... Por todo, os regalo esto mis desconocidos de Malta:

A veces me despierto esperando ver a Cris o a Marisantos en la otra cama

a veces me suena el despertador en inglés,

a veces parece que os oigo por los pasillos del Halland,

a veces escucho el teléfono de las otras habitaciones,

a veces os veo mendigar algo de pasta, un secador, un huevo...


A veces quiero ver una foto y no puedo,

a veces escucho regueton y me emociono.

a veces me suenan vuestras voces roncas,

a veces veo vuestras ojeras matinales por los pasillos de la escuela,

escucho las palmas de Alberto,

veo la cerveza de Gloria,

oigo las carcajadas de Ceci,

la sonrisa de Paula,

veo la carita de Noe,

los abrazos de Peter,

el movimiento sexy de Dani en Fuego,

el "Umbrella" de Jose,

escucho a las rianxeiras en la playa

veo a Pablo cojeando,a Lorena con paciencia,

a Silva enamorado del PRO,

a Josete de consorte con el otro mando...


Veo a las sevillanas,

a las gallegas, a Sara,

a los madrileños,

a la extremeña...

A VECES OS VEO Y A VECES, SOLO A VECES ME DOY CUENTA DE QUE YA NO ESTAIS.

Porque podría alimentarme de pasta toda una vida si es con vosotros: Gracias a todos, por todo, porque habeis llegado en el momento que más os necesitaba y porque os habéis quedado para siempre conmigo, estemos donde estemos, OS QUIERO.

28 de octubre de 2007

Javier Cercas, entre el periodismo y la literatura


"ESTE OFICIO NO ES PARA COBARDES"


La gente tiene una idea muy equivocada de los poetas. Un poeta no es una damisela asustadiza que se pasa la vida oliendo flores y soltando remilgos de monja o flatulencias sentimentales. Un poeta es un peligro público. Me refiero a los poetas de verdad, claro está, no a los meros versificadores o a los trileros que expenden logomaquias. ¿Que cómo se reconoce un poeta de verdad? Nada más fácil: un poeta de verdad es aquel que se juega el pellejo en cada uno de los poemas que escribe, lo cual significa que no hay nadie tan valiente (o tan temerario) como un poeta de verdad, quizá porque tampoco hay nadie tan vulnerable... El poeta de verdad está siempre en paz con los demás y en guerra consigo mismo, o en guerra consigo mismo y también con los demás... Por lo demás tampoco sé si son buenos o malos, y la verdad es que me importa un rábano; lo que sé es que son necesarios, que es lo que tienen que ser los poetas.


Sigue el texto en Javier Cercas El País Semanal, nº 1529, Domingo 15 de enero de 2006

Querer comprender


La calle, las casas, las caras, la gente, los sueños pendientes, la lluvia, los fuertes, la guerra, las balas, los punks, los modernos, lo enfermo, lo que parece caduco pero es eterno, las fobias, las novias, las nuevas memorias, las partes perdidas de la historia, la gloria, China, Internet, marihuana, Tijuana, las curas, el sueño, los sintecho, los dueños, las ventajas, cuellos con joyas, alhajas, cielos, miradas con rabia, Arabia, secretos, famosos, poetas, austeros, políticos, versos, literatura, sinceros, un niño que nace, el sol, la agonía, lo escrito, el futuro, la noche, la vida, las vidas…
EL PAÍS. Querer Comprender