27 de febrero de 2011
Hoy le pido prestada una frase a Cocteau:
Sentir antes que comprender
Y pienso en algo, que desde hace mucho me llama la atención. Mensajes crípticos. Pero no sólo mensajes crípticos, sino mensajes crípticos inmersos en canciones que te hacen sentir cosas.
Canciones que nunca sabrás pronunciar pero que te hacen sentir cosas. Manolo García es un maestro de lo críptico, pero no es sólo eso. Es un maestro de lo críptico y en hacer sentir antes de comprender.
Aprovecho yo también para escribir cosas crípticas y dejarme llevar con la foto que adjunto. Y aprovecho también para recordaros que sigue siendo febrero, y os (pro)pongo el popurrí de Los Príncipes, porque está preñado de significados crípticos que levantan el vello.
Como siempre soy breve y os dejo pensar en esto que digo. A partir del minuto 4'30 Juan Carlos no dice nada en claro...pero qué preciosidad.
Las palabras que te he escrito
no han sido para tanto.
Y ni los días se aproximan
a tus rodillas iguales.
Sin ti los carnavales nunca tendrían final.
Y en vez de número, las calles
se llamarían a gritos.
http://www.youtube.com/watch?v=MmRCXoVUTrA
22 de febrero de 2011
Que yo te doy mi palabra
La preciosidad que les adjunto abajo, habla de una de las palabras más bonitas del español: la lealtad.
El autor se llama Antonio Martín, y es un poeta de los que han hecho historia en las tablas del Falla. Y aunque mi poeta de febrero se llama Juan Carlos, comprendo y siento lo que quiere decir Antonio.
No se pierdan la letra y luego hablamos. El Pellejo reaparece y a mi me sigue enamorando como el primer día. Y aunque este año no sale con mi poeta, yo le regalo eso que me pide en el pasodoble, mi lealtad.
El autor se llama Antonio Martín, y es un poeta de los que han hecho historia en las tablas del Falla. Y aunque mi poeta de febrero se llama Juan Carlos, comprendo y siento lo que quiere decir Antonio.
No se pierdan la letra y luego hablamos. El Pellejo reaparece y a mi me sigue enamorando como el primer día. Y aunque este año no sale con mi poeta, yo le regalo eso que me pide en el pasodoble, mi lealtad.
21 de febrero de 2011
15 de febrero de 2011
10 de febrero de 2011
Mi tierra tiene un veneno
En la ciudad del río, donde pasan tan rápido los años, he dejado ya muchas veces la esencia de lo que ahora quiero contarles: carnaval.
Acercar el carnaval aquí, es tan bonito, tan satisfactorio y tan especial, como dar a probar mojama. La mojama y el carnaval son míos, pero, de todas las cosas mías, no hay nada tan vuestro ni nada que me guste más compartir.
En un blog que habla-ba- de literatura yo no puedo negarles la poesía de febrero. La mojama no es solo atún salado, ni el carnaval son pitos y disfraces.
Es periodismo con música.
Son versos de la calle, de tu casa y de la mía. Del trabajo, de la salud, de la muerte, de tu familia y de la de la gente.
De las noches de mayo, de las noches de bohemia, de gente que son como las luciérnagas: que necesitan la noche para brillar y vivir. De gente que no distingue los cariños del dolor, de gente de pocas maneras y sin familia importante, de gente que se enamora y le echa la culpa a los carnavales...
A pie de Cádiz, pasodoble en la garganta, ya ha cantado Juan Carlos Aragón. Ahora sí... que empiecen los carnavales.
Para qué quieres princesa mía el alma (...)
¿Quién te lo contó? Que diablo más pobre sería...
Acercar el carnaval aquí, es tan bonito, tan satisfactorio y tan especial, como dar a probar mojama. La mojama y el carnaval son míos, pero, de todas las cosas mías, no hay nada tan vuestro ni nada que me guste más compartir.
En un blog que habla-ba- de literatura yo no puedo negarles la poesía de febrero. La mojama no es solo atún salado, ni el carnaval son pitos y disfraces.
Es periodismo con música.
Son versos de la calle, de tu casa y de la mía. Del trabajo, de la salud, de la muerte, de tu familia y de la de la gente.
De las noches de mayo, de las noches de bohemia, de gente que son como las luciérnagas: que necesitan la noche para brillar y vivir. De gente que no distingue los cariños del dolor, de gente de pocas maneras y sin familia importante, de gente que se enamora y le echa la culpa a los carnavales...
A pie de Cádiz, pasodoble en la garganta, ya ha cantado Juan Carlos Aragón. Ahora sí... que empiecen los carnavales.
Para qué quieres princesa mía el alma (...)
¿Quién te lo contó? Que diablo más pobre sería...
8 de febrero de 2011
Miedo de qué
Ser libre es mucho más que no estar en la cárcel y mucho más que estar soltero. Hace demasiado tiempo me condené yo misma a algo mucho peor: al miedo.
El miedo es esa causa que no se acaba nunca, esa cadena perpetua que arrastramos en demasiadas ocasiones, toda la vida.
Yo convivo con dos miedos que condicionan mi vida: subir y bajar escaleras y conducir en carretera. Nada ni nadie condicionó nunca tanto mi libertad como lo hice yo misma.
El miedo es así. Tú te lo guisas, tú te lo comes. Y si te lo propones, puedes incluso hasta acumular miedos, uno y otro...y otro.
Hasta que te pilla una mañana malamente y le das una patada a tus sentencias. Cierras -digo abres- los ojos y te pasas toda la tarde subiendo y bajando escaleras.
Y en cuanto se te pone a tiro, coges el coche, buscas esa música y a tu cuñada, y tiras pa Cádiz tú solita, porque sigues pensando que nadie te puede tocar.
Aún así, sigues cumpliendo otra condena. La del respeto. La de subir y bajar despacio, la de conducir con cuidado.
(Prometo una foto que tengo yo para esta entrada)
El miedo es esa causa que no se acaba nunca, esa cadena perpetua que arrastramos en demasiadas ocasiones, toda la vida.
Yo convivo con dos miedos que condicionan mi vida: subir y bajar escaleras y conducir en carretera. Nada ni nadie condicionó nunca tanto mi libertad como lo hice yo misma.
El miedo es así. Tú te lo guisas, tú te lo comes. Y si te lo propones, puedes incluso hasta acumular miedos, uno y otro...y otro.
Hasta que te pilla una mañana malamente y le das una patada a tus sentencias. Cierras -digo abres- los ojos y te pasas toda la tarde subiendo y bajando escaleras.
Y en cuanto se te pone a tiro, coges el coche, buscas esa música y a tu cuñada, y tiras pa Cádiz tú solita, porque sigues pensando que nadie te puede tocar.
Aún así, sigues cumpliendo otra condena. La del respeto. La de subir y bajar despacio, la de conducir con cuidado.
(Prometo una foto que tengo yo para esta entrada)
7 de febrero de 2011
A se va en busca de B
A se va a EEUU. Se va a buscar a B para quedarse con él. No tiene billete de vuelta ni le interesa, lo más importante es quedarse o volver, pero hacerlo juntos. Mi enhorabuena, por valientes. Con o sin boda, felicidades a los dos.
Para Antonia y Bosco.
Para Antonia y Bosco.
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