Alguien me contó camino de una reunión que Quique González habla de Conil cuando canta En la ciudad del viento.
Y yo no puedo dejar de pensar que he vuelto a la ciudad del viento cada vez que se despierta el levantito. No puedo dejar de darle vueltas a eso que dice: fin de temporada para todos los amantes de lo ajeno.
Fin de temporada. Desde que supe que era periodista, comprendí que no volvería. Me dijeron que ya no había vuelta atrás. Adelante. Sevilla es lo mínimo que te puede pasar. Nadie me dijo –porque nadie lo sabe, porque nadie nunca lo puede saber- lo que me esperaba.
En el blog de las despedidas, le doy la bienvenida a la ciudad del viento…otra vez.
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