13 de enero de 2008

Era mi poeta vivo



Era mi poeta vivo. De todos mis poetas, sólo él respiraba los aires de mi contemporaneidad. Antes, mucho antes de que yo empezara a leer, de que yo pensara nacer, habían muerto todos los demás.Ángel González seguía en pie y yo había pensado que no se iría hasta que yo me lo encontrara en un recital. El poeta de la sencillez y el estilo libre ya no vive aquí, el maestro del verso comprometido se ha mudado a otras tierras. Sin elegías -como él lo hubiera hecho- lo recuerdo hoy.

Lo ideal en estos casos
sería morirse de muerte natural
hacer un gesto agrio
estirarse definitivamente
y marchar con cuidado para que nadie pueda darse por ofendido

Pero ello no es posible sin contar con Dios padre
- y los restantes-.
Por eso
-frío en la calle, tedio en los que pasan-
permanezco en mi sitio, y vivo
-corazón asediado por el llanto-
mi hora la terrible: la que aún no ha sonado.

Así se dedicó unos versos. En plena crisis personal, González, hablaba del hastío, de la España del silencio, la caduca, la que agonizaba. Y Aunque nunca nos encontramos en ningún recital, y nunca pude entrevistarlo, y nunca asistí a su 100 cumpleaños en una rueda de prensa. Me hizo un regalo. A nosotros, los jóvenes nos regaló un discurso:

De vosotros los jóvenes,
espero no menos cosas grandes de las que realizaron vuestros antepasados.
Os entrego una herencia grandiosa: sostenedla.

Amparad ese río de sangre
sujetad con segura mano el tronco de caballos viejísimos,
pero aún poderosos,
que arrastran con pujanza el fardo de los siglos pasados.

Nosotros somos estos,
que aquí estamos reunidos,
y los demás no importan.
Tú, piedra, hijo de Pedro,
nieto de piedra,
y biznieto de Pedro,
esfuérzate para ser siempre piedra mientras vivas
(..)

A tí mi leal amigo,
compañero de armas, escudero,
sostén de nuesta gloria, jóven alférez de mis escuadrones
de arcángeles vestidos de aceituna
sé que o es necesario amonestarte:
con seguir siendo fuego y hierro basta.
(...)

Si alguno de vosotros pensase
yo le diría: no pienses.
Pero no es necesario
Seguid así hijos mío,
y yo os prometo paz y patria feliz,
orden, silencio.

Y me enseñó también mi poeta vivo, que un poema era lo que yo quisiera:

Esto es un poema.

Aquí está permitido fijar carteles,tirar escombros, hacer aguas y escribir frases como:

marica el que lo lea,
amo a Irma,
Muera el (silencio),
Arena gratis,
asesinos...

Esto es un poema.
Mantén sucia la estrofa.
Escupe dentro.

Y no podría parar de escribiros versos, de éste, mi poeta vivo para siempre. Adiós poeta.

4 comentarios:

Lorena dijo...

Querida María,

Querida María,

Una vez más tengo que felicitarte. Se nota que has hecho una página con mucho gusto y esmero. Es elegante y al mismo tiempo sencilla. Denota que la autora es una persona con mucho estilo y atractivo.
De nuevo, tengo que volver a felicitarte por tus éxitos.

Tu amiga del alma Lorena.

Lorena dijo...

Amiga que lo de antes está muy bonito y todo eso, pero haz el favor de poner la hora bien, que he mirado mi reloj blanco y el de tu blog va mal, eh?

:))

María Arriaza dijo...

Lore!! Qué reloj hija? Si yo no tengo reloj en la página!!jajaja
No tienes guasa tú ni ná. Pa elegante y atractiva tú que te llevaste a Germán Quéwapo,jajaja.
Un besazo, te echo mucho de menos.

dalpac dijo...

Hola. El título de tu blog me llamó la atención, porque me duele esta profesión que amo. Comparto tu sentimiento por la pérdida del poeta, pero precisamente por el hecho de haberse hecho poeta, ahí quedó para todas las noches, en cada verso.
Soy venezolano, y ya pronto terminaré la carrera -que acá llamamos Comunicación Social-. Mi blog es la ventana de desahogo para tantas cosas que pasan en mi país. Si quieres, desde el perfil puedes acceder a él. Yo espero seguir haciéndolo con el tuyo. Me ha gustado.

Daniel